jueves, 30 de septiembre de 2010

PRESUMIDOS SÍ, VANIDOSOS NO. Ana Aznar

Seleccionado por Indar de la web de http://www.sontushijos.org/

La necesidad que tienen los adolescentes de reforzar su identidad, en un momento de transición en el que todo su universo está construyéndose poco a poco, se revela como un motivo de peso que les mueve al consumo. Aunque "una identidad construida a partir de la posesión y exhibición de productos de consumo no constituye una verdadera identidad personal, sino una especie de máscara que sirve para salir del paso y actuar socialmente, pero que revela una pobreza personal muy llamativa", afirman Idoia Portilla y Elena Izco, en su estudio "Los adolescentes españoles y las marcas de ropa". Por tanto, no se trata de afirmar que el consumo no refuerza la identidad de los adolescentes, sino más bien que lo hace en una dirección que podría resultar equivocada.

jueves, 23 de septiembre de 2010

GANAR SEGURIDAD EN UNO MISMO. Conchita Requero

Seleccionado por Indar de la web de http://www.sontushijos.org/

“Tengo un problema muy grave, y es que creo que soy demasiado dependiente. Necesito estar siempre con mis amigos y amigas, si no me empiezo a sentir desesperado, con ansiedad, me cuesta mucho andar por mi cuenta y empieza a ser un problema. Siento que si no estoy con ellos van a dejar de hablarme o encontrarán nuevos amigos y me dejarán solo. ¿Cómo puedo ser más independiente? ¿Cómo se empieza?”


Esta "llamada de socorro" es real y la hace un chico en un foro de Internet. Su actitud de dependencia es más frecuente de lo que parece y tal vez nuestro hijo manifiesta no tener la suficiente seguridad como para abordar los retos y dilemas que se le plantean cada día.

viernes, 17 de septiembre de 2010

¿CON UN ADOLESCENTE…? ¡NADA! TOMÁS MELENDO

El «problema» de la adolescencia


A sabiendas de que escandalizaré a más de uno, en estas primeras líneas querría sugerir que la adolescencia como problema-que-debe-ser-resuelto es, en buena medida, un mito o, más correctamente, una creación de los adultos y, en particular, de los padres y de las madres.

Aunque, para que nadie se llame a engaño, resalto que lo que considero casi inventado es tan solo el carácter de problema que atribuimos a esta etapa de la vida de nuestros hijos; problema que transformamos en tragedia en la proporción exacta en que pretendemos solucionarlo.

No pongo en duda, lógicamente, el hecho de la adolescencia en cuanto tal, que es algo obvio.

Y me explico.

jueves, 2 de septiembre de 2010

¿CÓMO MEJORAR LA COMUNICACIÓN CON NUESTROS HIJOS? CARMEN HERRERA GARCÍA

"Me cuesta comunicar con mi hijo, y eso que me intereso mucho por lo que hace, pero nunca sigue mis consejos ni confía en mí cuando tiene problemas." ¿Te has sentido así alguna vez? ¿Crees que necesitas revisar la manera de comunicar con tu hijo? Escuchar atentamente es el primer paso que nos permitirá conocer qué preocupa al niño y cuál es su estado emocional.

Los padres creemos que para comunicarnos adecuadamente con nuestros hijos nos basta el profundo amor que les tenemos, nuestra experiencia de la vida y la necesidad que ellos tienen de ser guiados y corregidos. Probablemente estos tres ingredientes, junto al sentido común, sean suficientes en muchas ocasiones para mantener una buena comunicación con nuestros hijos. Y tal vez sería un esquema válido si no existieran los sentimientos.